La infección con el SARS-CoV-2 produce un aumento de la inflamación que afecta a nuestra microbiota. Esta inflamación se puede agravar en la llamada tormenta sistémica de citoquinas o la hiperinflamación en personas con mayor carga viral.
Como en anteriores post destacamos, la importancia de tener una buena salud digestiva para cuidar de forma optima a nuestra microbiota y por ello tener un buen arma de defensa contra el COVID-19.
Muchos de nuestros clientes que han padecido el COVID-19 nos explican como su sistema digestivo a cambiado a peor ( diarreas persistentes, dolores estomacales, vómitos, falta de apetito etc ..)
Las investigaciones nos muestran que el uso de probióticos ( siempre apostando por probioticos naturales, sin químicos añadidos ) es prometedor como coadyuvante porque disminuye la duración y persistencia de la diarrea.
Algunos de los mecanismos que al parecer explican la acción de los probióticos en los episodios diarreicos son la producción de sustancias antimicrobianas BACTERIOCINAS, PERÓXIDO DE HIDRÓGENO Y BIOSURFACTANTES y la disminución de Ph intestinal por el estímulo de organismos productores de ácido láctico, los cuales favorecen el crecimiento de organismos más beneficiosos.
Cuando el equilibrio de las funciones de la microbiota se rompe, los beneficios de nuestras bacterias pueden convertirse en verdaderos problemas. A este estado se le denomina DISBIOSIS.
Este desequelibrio bacteriano producido tanto por bacterias patogénas o virus, suele ir de la mano de una brutal agresión a la MUCOSA INTESTINAL, que es nuestra barrera principal de defensa contra las amenazas que pueden desequilibrar nuestro organismo.
Cuando tenemos constancia según la sintomatología ( diarrea frecuente, hinchazón abdominal, eructos frecuentes, heces con olor desagradable y un largo etc…) de que nuestra flora intestinal esta muy dañada, tardaremos en recuperar nuestra normalidad microbiana unas cuatro semanas como mínimo, pero no te preocupes que la recuperación puede ser todo un éxito si creas unos hábitos saludables durante el proceso de recuperación.
Es muy importante durante esta fase reducir la ingesta de alimentos con azúcares añadidos, edulcorantes artificiales o grasas saturadas y estar presente alimentos como verduras y frutas de temporada.
Nuestra recomendación sería tomar entre 15 y 20 ml diarios de nuestro probiótico natural Probimel, ya que nuestro compuesto está calificado como SIMBIÓTICO ya que su concentración de microorganismo beneficiosos y vivos hacen que el tratamiento sea eficaz. Recordamos que es un probiotico natural ideal para que lo tomen todos los miembros de la familia, desde niños, a ancianos, pasando por personas adultas.