Investigadores andaluces desarrollan la primera “superbacteria buena” capaz de reforzar nuestro sistema inmune
Imaginemos un ser vivo capaz de superar temperaturas desde -30º hasta los 80º, de soportar la acidez de nuestros jugos gástricos, incluido su componente más corrosivo el ácido clorhídrico, de vivir fuera de nuestra atmosfera ya que no necesita del oxígeno, que además trabaja por nuestra salud en lucha permanente contra los patógenos que nos atacan.
Su nombre científico es DMG 017 CECT 9459 aunque gracias a la colaboración con la empresa andaluza Dazamart Inversiones S.L. llega al mercado con la denominación de probióticos naturales PROBIMEL. El proyecto ha necesitado de varios años de investigación y de una inversión cercana al millón de euros.
Se trata de un probiótico natural que tomado en las dosis adecuadas consigue llegar vivo hasta nuestro intestino regenerando nuestra microbiota intestinal lo que a la luz de numerosos estudios clínicos es fundamental para mantener en plena forma nuestro sistema inmunitario.
Desgraciadamente la pandemia generada por el COVID- 19 nos ha descubierto conceptos hasta ahora desconocidos para la gran mayoría de nosotros como por ejemplo del de inmunosenescencia. Según detalla el Dr. Francisco Guarner investigador del Instituto Vall D´Hebron, se trata de un fenómeno progresivo asociado al envejecimiento que se caracteriza por la pérdida de la capacidad de generar respuestas inmunitarias adaptativas frente a patógenos no conocidos con anterioridad por nuestro organismo. La inmunidad adaptativa es específica para eliminar selectivamente al patógeno con mínimo estrés inflamatorio.
Un ejemplo de inmunidad adaptativa es la inducida por vacunas que confieren protección específica sin apenas componente inflamatorio. Al no poder recurrir a respuestas inmunitarias especificas frente a nuevos patógenos, la defensa en la inmunosenescencia consiste principalmente en desencadenar una cascada inflamatoria para intoxicar al patógeno intruso, pero se paga el precio de que la inflamación daña los tejidos propios con resultados a veces desastrosos. Un estudio publicado en Nature en 2012 observó que la activación crónica de citoquinas inflamatorias propia de la inmunosenescencia está vinculada a pérdida de diversidad del microbiota intestinal por lo que a edades avanzadas es fundamental regenerar su calidad y complejidad.
En general la pérdida de diversidad de microbiota intestinal podría atribuirse al patrón dietético y también al abuso frecuente que hacemos del uso de antibióticos.
Se han asociado a este déficit de nuestro organismo enfermedades relacionadas con trastornos digestivos, de la piel, el sistema nervioso, dolores articulares o cambios de humor injustificados.
Es por ello, que el equipo científico de Probimel tiene abiertas diferentes líneas de investigación en el campo de los trastornos digestivos relacionadas con la intolerancia a la lactosa o la celiaquía en adultos, o el temido cólico lactante en los más pequeños. Paralelamente se está analizando la capacidad de ésta “superbacteria buena” de enfrentar procesos relacionados con la calcificación vascular o la diabetes.
Sus creadores han querido que Probimel llegue al mercado sin añadidos químicos o saborizantes por lo que conserva el característico olor y sabor de los alimentos fermentados por lo que es aconsejable tomarlo añadido a un café, batido o zumos, aunque también puede tomarse sólo.
Probimel aporta mil millones de lactobacilos vivos, adaptativos, activos y estables a medio ambiente lo que le confiere una actividad y efecto más rápido, y eficiente, respecto a otros probióticos liofilizados, o revivificados.
Esta cepa de última generación está adaptada a la respiración aeróbica y anaeróbica, que a través de las distintas etapas mutativas de su elaboración, es capaz de ejercer como director de orquesta en los distintos terrenos fermentando hexosas y pentosas con o sin producción de CO2, convirtiéndolos en azúcares simples, pero degradando también proteínas y grasas en aminoácidos y ácidos grasos de cadena corta respectivamente. Ejerciendo por ello un efecto directo sobre la absorción de glucosa en sangre, colesterol, y otros metabolitos como ácido úrico y oxalatos.
También produce vitaminas B y K, siendo la producción de vitaminas B uno de los factores que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico.
Éste probiótico natural conceptuado como único y diferente, produce a través de sus fermentaciones compuestos antimicrobianos, tales como ácido láctico Dextrógiro L+ y Dl-neutro; ácido acético; que provocan un efecto estabilizador del PH, resultando prácticamente imposible el desarrollo de gérmenes en el tracto intestinal además segrega sustancias antibióticas como las bacteriocinas, que son proteínas con acción bactericida frente a bacterias hongos y levaduras.
Dazamart y varios laboratorios independientes han colaborado en un ensayo para comparar la eficacia de un simple yogurt enriquecido con probiótico natural Probimel con la marca de yogurt con probióticos líder en el mercado. El resultado no dejaba lugar a dudas. La carga microbiana del yogurt normal enriquecido con probiótico natural Probimel no sólo era mayor en el momento inicial del ensayo, sino que, transcurridas 48 horas, mientras el yogurt de marca había perdido toda su carga, el enriquecido con Probimel no sólo la mantenía sin que la aumentaba.
Probióticos naturales Probimel no sólo ofrece la libertad de poder elegir cómo tomarlo, sino que además garantiza la calidad, seguridad y eficacia de su acción ya que es el propio usuario el que enriquece cualquier alimento, infusiones, yogures, batidos…simplemente añadiéndolo.
Estamos sin duda ante una buena noticia.
RECUERDA ¡!!!! Una buena salud intestinal previene muchas patologías no deseadas. Probióticos naturales Probimel es un producto ideal para la salud digestiva de todos los diferentes colectivos; niños, personas adultas y ancianos o personas de la tercera edad.